Los ojos también sufren en verano, por el exceso de rayos UV, el cloro de la piscina, la sal del mar.
A veces, el simple hecho de no continuar con el tratamiento impuesto por el oftalmólogo de manera normal puede ocasionar más problemas de lo que parece.
En esta época es cuando más enfermedades oculares aparecen, tanto leves como graves. Lo más importante es que acudas a tu oftalmólogo para realizarte una revisión completa.
Cinco síntomas para acudir al oftalmólogo
Visión Borrosa
Para evitar este problema, debemos utilizar protección UV en las gafas y no exponernos demasiado tiempo al sol. También es un problema la piscina, debido a la irritación y las infecciones que produce.
Pérdida de visión
Otro problema en el verano es que solemos descuidar los tratamientos rutinarios, como por ejemplo, del glaucoma. No tratar el glaucoma en verano, puede agravar la isquemia del nervio óptico, originando una pérdida importante de la visión.
Picazón o dolor en los ojos
Si notas que además te pican o duelen los ojos, tienes que estar alerta. Si experimentas un aumento de la sensibilidad de la luz y de la producción lagrimal, es posible que estemos ante un caso de conjuntivitis. Ya sea vírica, bacteriana o alérgica, esta enfermedad es muy molesta y es muy posible que las largas jornadas en la piscina sean las responsables de tu aparición. No dudes en acudir a tu clínica oftalmológica. Recuerda que la conjuntivitis es muy contagiosa y es necesario tratarla cuanto antes.
Ojos rojos
Al igual que el picor y el dolor en los ojos, la rojez ocular es uno de los síntomas más usuales de la conjuntivitis. También la infección, el cloro de la piscina o la exposición a los rayos UV pueden tener la culpa de que tengamos los ojos irritados.
Si alguno de estos síntomas no son tratados a tiempo, pueden generar problemas oculares graves.