Ojo Seco y Ansiedad

by lansierlaboratorios

El ojo seco es una enfermedad multifactorial caracterizada por una lubricación ocular insuficiente, lo que provoca molestias, irritación y visión borrosa. Puede deberse a una deficiencia en la producción de lágrimas o a una evaporación excesiva de las mismas, en muchos casos relacionada con la disfunción de las glándulas de Meibomio.

Por otro lado, la ansiedad es un estado de preocupación y tensión excesiva que activa el sistema nervioso simpático, desencadenando una serie de respuestas fisiológicas en el cuerpo, incluyendo cambios en la respiración, la circulación y la función glandular.

Evidencia sobre la relación entre el ojo seco y la ansiedad

Varios estudios han investigado la relación entre ojo seco y estrés. Investigaciones publicadas en PubMed han encontrado que las personas con trastornos de ansiedad tienen una mayor prevalencia de ojo seco. Una posible explicación es que el estrés crónico afecta el sistema inmune y las glándulas lagrimales, alterando la calidad y cantidad de las lágrimas.

Además, la American Academy of Ophthalmology señala que ciertos medicamentos utilizados para tratar la ansiedad, como los antidepresivos y ansiolíticos, pueden reducir la producción lagrimal, empeorando la sequedad ocular.

¿Cómo afecta la ansiedad en los ojos?

La ansiedad y el estrés activan el sistema nervioso simpático, lo que puede generar cambios fisiológicos que impactan la salud ocular:

  • Disminución del parpadeo: Las personas ansiosas tienden a parpadear menos, lo que impide la distribución adecuada de la película lagrimal y aumenta la evaporación de las lágrimas.
  • Inflamación ocular: El estrés crónico puede incrementar la inflamación en el cuerpo, afectando la superficie ocular y exacerbando el ojo seco.
  • Alteraciones en la producción lagrimal: La ansiedad afecta el sistema exocrino, alterando el funcionamiento de las glándulas lagrimales y meibomianas.

Fuente: Ocumed – Madrid

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